De un Grano de Maíz De Antonio Aponte 30/05/08
El domingo la Revolución va a elegir candidatos a alcaldías y gobernaciones, esto es verdad, pero también es verdad que sale a refrendar al partido, a un método de elección y por sobre todo, así debemos entenderlo, sale a fortalecer, a respaldar al Socialismo, a la Revolución y al Comandante.El domingo es definitorio, si todo nos sale bien, fortalecidos seguiremos construyendo Socialismo, pero si nos va mal la Revolución se verá comprometida, el oligarca, el gringo de allá y el gringo de acá, se envalentonarán. El oligarca cobarde se volverá oligarca valiente, el dudoso afirmará sus convicciones, el escéptico se volverá militante, todos estimulados por nuestra muestra de debilidad.
La Revolución, asediada desde afuera y desde adentro, no puede permitirse dar muestra de raquitismo, todas nuestras acciones por pequeñas e insignificantes que parezcan deben ser convincentes, robustas, deben sentar para atrás al enemigo oligarca.
El domingo tenemos cinco desafíos principales. Veamos.
El primer desafío es ir masivamente a votar.
Entender que no es una simple escogencia de candidatos locales, se trata también de demostrar al mundo que la Revolución tiene respaldo popular, que el partido se moviliza a sí mismo y moviliza también al Pueblo.
El segundo desafío es reorganizarse.
Después del domingo es necesario recomponer la estructura de la organización, afilar los batallones, las direcciones regionales, las instancias nacionales, empezar a funcionar como un cuerpo orgánico.
El tercer desafío es demostrar la madurez política del partido: la unidad debe imponerse sobre la mezquindad.
Del domingo debemos salir unidos, aunque parezca un lugar común, no debe haber vencidos, sólo vencedores. Todos debemos ir unidos con los candidatos seleccionados que desde ese día serán los candidatos de todos.
El cuarto desafío es la unidad de todos los revolucionarios.
Después del domingo, debemos dar muestra de la disposición unitaria de la Revolución , ir a la mesa de la alianza sin soberbia, con amplitud, concientes de que la Revolución debe sumar a todos, que la tarea de la construcción del Socialismo es inmensa y en ella nadie sobra, todos hacen falta, todo aliado es valioso.
El quinto desafío es volver a la política grande y volver al Pueblo.
Después del domingo debemos volver al Pueblo, conducirlo hacia metas políticas. Ya construimos el instrumento político de la Revolución , ya elegimos candidatos, ahora es necesario activarlos, ponerlos al servicio de la política grande, de la concientización, organización y conducción del Pueblo. Pero sobre todo movilizarlo alrededor de objetivos políticos altruistas.
El imperio y su ejército de ocupación nacional se preparan para una agresión a la Revolución y al Comandante, las señales abundan: las computadoras, el movimiento de tropas, en las declaraciones de los voceros imperiales y las provocaciones en las fronteras son indicativos de la trama.
Nosotros debemos enfrentar la agresión junto a las masas.
Si resolvemos los cinco desafíos habremos sido exitosos el domingo, ahora si la mezquindad, el desconcierto momentáneo, las metas pequeñas se imponen sobre lo trascendente, seremos nuestros propios sepultureros.