La CIA es la responsable del estado de zozobra que vive el gobierno boliviano encabezado por el presidente Evo Morales, lo mismo ocurre con los movimientos que realiza la burguesía ecuatoriana para desprestigiar al Presidente Correa. Al gobierno argentino se le tiene acorralado con medidas de presión que realiza la oposición pro-yanqui para generar desestabilización que descalifique la acción de gobierno de la presidenta Cristina.
Los países centroamericanos que forman parte del pacto energético con Venezuela reciben todos los tipos de presiones políticas para que desistan de sus pretensiones de comprar petróleo barato como muestra de solidaridad del gobierno venezolano.
Todo esto obedece a los planes del imperio por disminuir el impulso que han tomado los gobiernos populares en el subcontinente como parte del triunfo de la revolución Bolivariana y los alcances que han tenido sus éxitos en materia política, económica y social.
La CIA, por intermedio de sus cipayos, ha creado grandes movimientos opositores financiados desde centros de terrorismo internacional como España, Israel y la red de transnacionales de petroleras y emporios industriales en todo el mundo, para crear condiciones que les permita por cualquier vía derrocar a los gobiernos revolucionarios que se enfrentan a las políticas imperiales desde sus movimientos nacionalistas y propuestas avanzadas de un nuevo orden socialista en América latina.
Para nadie es un secreto que los embajadores de Estados Unidos en el mundo son la punta de lanza de la agresión contra los pueblos que fungen como gobiernos paralelos para imponer la sacrosanta voluntad de las políticas coloniales.
Los gringos han sentido como un reto las políticas liberadoras que se han expandido a lo largo de Sur América y no perdonan al Presidente Chávez líderizar este movimiento cuyo norte ha sido la integración de los pueblos pobres alrededor de la causa antiimperialista mundial.
La nueva arremetida contra Bolivia, Argentina y Venezuela, coincide con el tours que la cuarta flota realiza por el Caribe para amedrentar y someter la voluntad de cambio que ocurre no solamente en América, sino también en los países del tercer mundo.
Bush ha demostrado un profundo desprecio por las democracias de la región y solo ahora se da cuenta que los pueblos han venido creciendo y tomando conciencia de sus realidades teniendo como base la inevitable decadencia del imperio en el mundo.
En Venezuela la conspiración contra Chávez no ha cesado desde el 2002 y cada vez las intentonas golpistas y las amenazas de magnicidios se repiten con la misma frecuencia con que son puestas al descubierto. El pueblo ha aprendido a vivir alerta de manera permanente y ha crecido tanto en la paciencia como en la forma de monitorear los movimientos de los enemigos de la democracia bolivariana.
La expulsión de los embajadores de Bolivia y Venezuela, son una medida sin precedente que indica que la paciencia ha llegado a su límite y que ya basta de permitir que nuestros pueblos sigan siendo el patio trasero de la voluntad colonial de los Estados Unidos, ha llegado la hora de la dignidad, por eso la unanime desición de respaldo a Bolivia por La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en reunión con 9 de sus 12 presidentes así como con enviados de las otras tres naciones, acordó "el más decidido respaldo al gobierno Constitucional de Evo Morales, ratificado por amplia mayoría".
Fuente: www.red15a.ve.tc
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